El paso se está realizando en varias fases. Así, en el año 2005 se terminó la talla del frontal y la trasera del canasto, y en el 2007 se hacía lo propio con la de los dos costeros de la canastilla.
Por lo que respecta al estilo, éste es churrigueresco, con formas muy atrevidas que dan una sensación de ligereza al conjunto. Mientras que en el frontal se ha representado el escudo de la Hermandad y en la trasera se ha hecho lo propio con el escudo de la Cofradía del Stmo. Cristo de la Sangre (ambos tallados directamente en la canastilla, no en una cartela aparte), en los laterales el canasto presenta únicamente decoración mediante hojas y tallos, poseyendo una cartela central en cada costero. Una característica del canasto es que la crestería no está tallada aparte, sino que forma parte de la talla del propio canasto.
El Paso se ilumina con seis grandes candelabros de guardabrisas, poseyendo nueve brazos los cuatro situados en las esquinas del paso y cinco los dos centrales. Se estrenaron en el año 2004. Las caídas son de terciopelo rojo, y en un futuro irán decoradas con los medallones pintados al óleo, pertenecientes al antiguo paso de Cristo. El llamador actual fue realizado por Orfebrería Villarreal (Sevilla) en el año 2006, siguiendo un diseño de la Hermandad, siendo una alegoría de la propia cofradía del Domingo de Ramos, pues en él está representado el ancla (en alusión a María Stma. de la Esperanza), la espadaña de San Francisco (nuestra sede canónica), el escudo de la Hermandad y un angel portando una palma (an alusión al Doingo de Ramos). El ancla está rodeado con la leyenda "con el Amor al Cielo" (en alusión al Stmo. Cristo del Amor). Fue donado por dos hermanos de la Hermandad.
Hasta el año 2003 el Cristo del Amor utilizó un paso de madera tallada y dorada de reducidas proporciones, que se iluminaba con cuatro candelabros de guardabrisas. En ese mismo año fue vendido a la Hermandad de la Divina Pastora de Jerez de la Frontera. De este paso sólo conserva nuestra Hermandad los cuatro medallones pintados de las caídas y las cabezas talladas y policromadas de los Profetas, obras de Ricardo Rivera, que iban situados con anterioridad en las esquinas del canasto del Paso y que en un futuro se colocarán en los respiraderos de los costeros de este nuevo Paso de Misterio.
